Mercredi 08 Mai 2024
PATRICE
Vendredi, 25 Août 2023
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Paquirri : Il y a exactement 38 ans et 11 mois…
 
Pozoblanco le 26 septembre 1984 : « Doctor, la cornada es fuerte...» (1)
 
Il était 19h20.
 
«Avispado» prit «Paquirri» et lui mit la corne dans la cuisse droite «hasta la cepa».
 
Au pas, donnant de lents coups de tête, il l'amena vers les medios. 
 
Pour éviter les cornes, le torero agrippait la tête du toro.
 
 Sur les tendidos on avait compris que la cornada était tremenda. 
 
Todos llegamos a la vez y el toro no hacía por nosotros. Intenté tirar de él pero era imposible. Cuando lo soltó me llevé al toro de allí y me impresioné mucho al ver cómo le chorreaba la sangre por el pitón derecho. Me llevé a ‘Avispado’ a un extremo mientras trasladaban a Paquirri a la enfermería. Entonces se hizo presente la cuadrilla del Yiyo, al que le correspondía matar al toro, y me metí para adentro”, se souvient Rafael Torres, l'un des banderilleros du torero de Barbate et témoin le plus proche de la scène.
 
Le journaliste cordouan Pepe Toscano s’était déjà rendu à l’infirmerie :
 
Entró Paquirri y comenzaron los previos a la intervención. Vimos la herida y comenzaron los trámites necesarios. Apareció Salmoral y quisieron entrar más pero ya no les dejaron. Sí accedieron los médicos que habían venido de Córdoba para ver la corrida como aficionados. Taparon el cristal roto con una sábana y a raíz de ahí ya pidieron que desalojáramos la enfermería. Me salí y al poco lo hizo Salmoral. Antes había filmado lo que todos pudimos ver por televisión”.
 
« Allí no había ni anestesia. Estaba llena de telarañas, muy sucia » raconte Rafael Corbelle, aux ordres ce jour-là dEl Soro.
 
Le chirurgien José María Cabrera essaya de contenir l’hémorragie avec le poing tandis que Ramón Alvarado, l'oncle et valet d’épée du torero, tenait la tête de son maestro. 
 
Ruiz González coupa avec des ciseaux la taleguilla et les collants.
 
Tout le bas du vestido était en lambeaux.
 
La cuisse droite, dans son tiers supérieur, semblait avoir été fendue par un énorme coup de hache et saignait abondamment. 
 
Il y avait des doutes sur le groupe sanguin du torero.
 
Ils appelèrent l'hôtel pour savoir ce qu’il en était.
 
«Paquirri» demanda à tous de se calmer et dit à Eliseo Morán, le chirurgien en charge de la modeste infirmerie de Pozoblanco :
 
Doctor, yo quiero hablar con usted porque si no, no me voy a quedar tranquilo. La cornada es fuerte. Tiene al menos dos trayectorias. Una para allá y otra para acá. Abra todo lo que tenga que abrir y lo demás ; mi vida está en sus manos”.
 
Puis le torero réclama de l’eau :
 
Sólo es para enjuagarme ».
 
De Séville et avant de partir vers Cordoue, Ramón Vila*, au courant du coup de corne, s’était informé par téléphone des détails de la cornada. 
 
 « Una cura urgente y evacuarlo para Córdoba »avait ordonné Don Ramón.
 
Rafael Torres raconte :
 
« Cuando llegué a la enfermería estaba sobre la camilla y los médicos estaban ya liados con él, quitándole la ropa, comprobando la gravedad de la herida. La cornada era muy grande y era imposible que allí se hiciera nada, le cabía un puño. Lo que se intentó fue cortar la hemorragia ante todo. Aquello seguía sangrando y consiguieron ligar algunas venas pero no habían ligado la de arriba, la ilíaca. Era imposible. Había que abrirle y allí no había medios para operar con aquella gravedad y el médico le advirtió de que lo tendrían que trasladar a Córdoba”.
 
Pepe Toscano était revenu dans le callejón.
 
Du haut des tendidos, les gens demandaient des nouvelles.
 
 Yiyo avait coupé les oreilles d’Avispado et le combat des deux derniers toros, malgré le triomphe des toreros, « se resolvió en medio de un clima extraño.
 
Nadie se atrevió a sacarlos a hombros .
 
… A l'infirmerie, l’équipe médicale avait lutté contre la montre pour ligaturer les artères sectionnées. L'ensemble du paquet vasculaire était détruit et les médecins, après avoir fait tout ce qui était en leur pouvoir, prirent la seule décision possible :
 
Paco, tenemos que llevarte a Córdoba”.
 
Dans un climat lourd d’inquiétude, l'ambulance entreprit le voyage vers l'hôpital Reina Sofía de Cordoue.
 
 
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A suivre…
 
*Ramón Vila :
 
Ramón Vila Giménez (Sevilla, 1938/2018), jefe de la enfermería de la plaza de toros de Sevilla durante 32 años,
 
Ramón Vila era hijo de otro afamado cirujano taurino, Ramón Vila Arenas, jefe de la enfermería sevillana, a quien sustituyó en el cargo en el año 1978, si bien ya colaboraba con su padre desde 1965.
 
Al frente del equipo médico de la Maestranza se convirtió en un referente fundamental de la medicina taurina. Amplió el número de sanitarios de cinco a doce miembros y convenció a la Real Maestranza, propietaria de la plaza, para trasladar la ubicación de la enfermería, que quedó convertida en un pequeño pero modernísimo hospital donde se puede atender cualquier contratiempo de salud a toreros y espectadores.
 
Patrice Quiot